Solución de los problemas más comunes de los grifos
Los grifos son una parte esencial de nuestros hogares, ya que proporcionan acceso al agua para una gran variedad de usos cotidianos. Sin embargo, no es infrecuente encontrarse con problemas que pueden alterar su funcionamiento óptimo. Desde fugas a baja presión de agua o ruidos extraños, estos problemas pueden ser una fuente de frustración. Afortunadamente, la mayoría de estos problemas pueden resolverse sin la intervención de un profesional.
En este artículo, le guiaremos a través de las soluciones a los problemas comunes de los grifos, para que pueda mantener su grifería en las mejores condiciones.
Identificación de problemas comunes
Antes de solucionar un problema de grifería, es fundamental identificarlo correctamente. Los problemas más comunes son fugas de agua del grifo, presión de agua insuficiente, ruidos extraños al utilizar el grifo, manetas difíciles de accionar y caudal de agua irregular. Comprender la naturaleza del problema es el primer paso para resolverlo con eficacia.
Grifos que gotean
Los grifos que gotean no solo son molestos por el ruido del goteo, sino que también pueden suponer un aumento significativo de la factura del agua. El problema suele deberse a una arandela desgastada o a una junta defectuosa.
Para solucionar el problema, comience por cortar el suministro de agua al grifo en cuestión. A continuación, desmonte el grifo retirando con cuidado la maneta y la tapa para acceder a las piezas internas. Sustituya la arandela o junta defectuosa por una nueva adecuada. Después de volver a montar el grifo, abra de nuevo el suministro de agua y compruebe que la fuga se ha eliminado.
Baja presión de agua
Una presión de agua insuficiente puede dificultar las tareas domésticas cotidianas, como fregar los platos o ducharse. Este problema suele deberse a la acumulación de cal en el aireador del grifo o a obstrucciones en las tuberías de agua.
Para solucionarlo, desenrosque el aireador situado en el extremo del caño del grifo. Límpialo sumergiéndolo en vinagre blanco durante unas horas para disolver los depósitos de cal y, a continuación, acláralo con agua limpia antes de volver a instalarlo. Si la presión del agua sigue siendo baja después de esta operación, el problema puede estar en las propias tuberías de agua, lo que requiere una inspección más a fondo.
Ruidos extraños al usar el grifo
Al utilizar el grifo pueden producirse ruidos como traqueteos, silbidos o golpes, que suelen indicar la presencia de aire en las tuberías o el desgaste de algunas piezas internas. Para eliminar el aire atrapado, abra todos los grifos de la casa para que salga el aire hasta que el agua fluya suavemente. Si el ruido persiste, puede ser necesario sustituir las arandelas, juntas u otros componentes internos del grifo. En algunos casos, llamar a un profesional puede ser la mejor manera de diagnosticar y solucionar el problema.
Dificultad para girar las manetas
Cuando las manetas de un grifo resultan difíciles de girar, puede deberse a depósitos de cal o al desgaste de las piezas móviles internas. Para solucionar este problema, cierre primero el suministro de agua. Retire las manetas para acceder a los mecanismos internos y límpielos a fondo con vinagre blanco para eliminar los depósitos de cal. A continuación, lubrique las piezas móviles con un lubricante adecuado antes de volver a montarlas. Después de estas operaciones, las manetas deberían funcionar con más facilidad.
Caudal de agua irregular
Un caudal de agua irregular o interrumpido puede indicar una obstrucción en el grifo o en las tuberías de agua. Compruebe primero que el aireador no esté obstruido por residuos o cal. Si el aireador está limpio y el problema persiste, es posible que haya una obstrucción más profunda en las tuberías. En este caso, es aconsejable consultar a un fontanero profesional para evitar dañar el sistema de fontanería.
Prevenir futuros problemas
La prevención es clave para evitar problemas de grifería en el futuro. Un mantenimiento regular puede alargar la vida de sus griferías y garantizar su correcto funcionamiento. Limpie los aireadores con frecuencia para evitar la acumulación de cal y residuos. Inspeccione periódicamente las juntas y arandelas en busca de signos de desgaste y sustitúyalas si es necesario. Si su agua es especialmente dura, instalar un descalcificador puede ser útil para proteger sus grifos y tuberías.
Cuándo llamar a un profesional
Aunque muchos problemas de grifería pueden resolverse por uno mismo, hay algunos casos en los que se requiere ayuda profesional. Si no está seguro de cuál es el problema, o si las soluciones básicas no funcionan, lo mejor es llamar a un fontanero cualificado. Así evitará daños mayores y garantizará una reparación adecuada.
Los problemas comunes de los grifos pueden ser una fuente de inconvenientes, pero suelen ser fáciles de resolver con un poco de paciencia y los conocimientos adecuados. Si identifica correctamente el problema y aplica las soluciones adecuadas, no sólo ahorrará dinero en reparaciones, sino que también prolongará la vida útil de sus griferías.
No olvide que un mantenimiento regular es la clave para prevenir muchos problemas. Si, a pesar de sus esfuerzos, los problemas persisten, no dude en pedir ayuda a un profesional.